miércoles, 25 de julio de 2012

DECLARACIÓN DE MANAUS II

Creemos firmemente que la UNDRIP debe servir como marco fundamental que sustente todas las políticas nacionales e internacionales y programas de desarrollo sostenible. Reconocemos las principales brechas existentes en la aplicación de los acuerdos internacionales sobre los derechos humanos, incluyendo la UNDRIP, y sobre desarrollo sostenible, por los Estados, gobiernos y corporaciones privadas. 

Violaciones continuas de nuestros derechos a nuestras tierras, territorios, recursos y a la libre determinación por parte de los gobiernos y las corporaciones, se mantienen como obstáculos principales para el logro del desarrollo sostenible. Activistas y líderes indígenas que aún defienden sus territorios siguen siendo acosados, torturados, vilipendiados como "terroristas" y asesinados por poderosos intereses. 
Dado que el desarrollo sostenible no se ha implementado sustancialmente, el mundo ahora se encuentra en una crisis múltiple: ecológica, económica y climática, incluyendo la erosión de la biodiversidad, desertificación, escasez de comida, agua y energía, el empeoramiento de la recesión económica mundial, inestabilidad social y crisis de valores. Instamos a una moratoria a las actividades de las industrias extractivas desarrolladas sin el consentimiento de los pueblos indígenas dentro de sus tierras y territorios especialmente las que contaminan y producen gases de efecto invernadero.

Estamos convencidos de las contribuciones cruciales que podemos hacer para el desarrollo sostenible por medio del mantenimiento de nuestro sistema de gobierno indígena, los sistemas sociales y económicos y nuestros conocimientos y prácticas tradicionales. Hacemos un llamado a Río + 20 para que incluya la cultura como uno de los principales pilares del desarrollo sostenible. Hacemos un llamado a las Naciones Unidas para garantizar la participación plena, formal y efectiva de los pueblos indígenas en todos los procesos y actividades de la Conferencia Río +20, y sus mecanismos de preparación y seguimiento, de acuerdo con la UNDRIP y el principio del Consentimiento Libre Previo Informado (CLPI). 

Estamos preocupados por el contenido de los procesos relacionados con la economía verde y los marcos institucionales para el desarrollo sostenible. En relación al marco institucional para el desarrollo sostenible, creemos que mientras los gobiernos continúen aplicando el modelo de desarrollo dominante, cualquier intento de reformar las instituciones mundiales y nacionales será inadecuado. Seguimos desafiando a este modelo de desarrollo que promueve la dominación de la naturaleza, el crecimiento económico incesante, la extracción de recursos sin límites con ánimo de lucro, el consumo y producción insostenibles, los productos y mercados financieros no regulados. Este sistema prevaleciente no logra entender que los seres humanos son una parte integral del mundo natural, y tampoco respeta los derechos humanos inherentes, incluyendo los derechos de los pueblos indígenas. 

Creemos que nuestra visión del mundo y el respeto a la ley natural, nuestra espiritualidad y cultura y nuestros valores de la reciprocidad, la armonía con la naturaleza, solidaridad, colectividad, el cuidado y el compartir, entre unos y otros, son cruciales para lograr un mundo más justo, equitativo y sostenible. Seguimos habitando y conservando los últimos ecosistemas sustentables y puntos críticos de biodiversidad del mundo. Podemos contribuir sustancialmente al desarrollo sostenible, pero creemos que un marco integral para el desarrollo sostenible debe ser promovido. Esto incluye la integración del enfoque basado en los derechos humanos, enfoque ecosistémico y los enfoques culturalmente sensibles basados en el conocimiento.

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