domingo, 15 de julio de 2012

1 Las vías actuales del desarrollo han determinado que 1 400 millones de personas vivan en situación de pobreza extrema, que 925 millones padezcan hambre, y que muchas más estén malnutridas y expuestas a la inseguridad alimentaria.

Si bien durante los últimos diez años el mundo ha conocido progresos rápidos en la reducción de la pobreza, 1 400 millones de hombres, mujeres y niños viven aún en situación de pobreza extrema en todo el planeta. Al mismo tiempo, no ha disminuido el número absoluto de personas que pasan hambre en el mundo, pese a que recientemente se ha ganado terreno y la cifra de personas hambrientas se ha situado por debajo de los mil millones. Muchas más sufren hambre oculta por carencia de micronutrientes. El primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio —reducir a la mitad, para 2015, la proporción de personas hambrientas en el mundo— no será logrado. En ausencia de cambios fundamentales en nuestro modelo de desarrollo, el número de individuos pobres, hambrientos y marginados no se reducirá, y potencialmente miles de millones no conseguirán desarrollar su plena capacidad productiva e intelectual y no estarán en condiciones de contribuir al desarrollo económico ni de realizar inversiones en la ordenación sostenible de los recursos naturales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario