miércoles, 18 de julio de 2012

8 Los sistemas de protección y las redes de seguridad son indispensables para sostener la recuperación de los medios de subsistencia, brindar protección a las personas más vulnerables y situar a estas en la vía hacia un desarrollo sostenible.

Los marcos y políticas de protección social son un aspecto fundamental de las sociedades sostenibles, ya que pueden favorecer la transición integral a una economía verde. Las redes de seguridad social protegen la vida, los medios de subsistencia y el capital humano durante las crisis y ayudan a las personas más vulnerables a recuperase tras las conmociones. Son dispositivos primordiales que impiden el deterioro de la seguridad alimentaria y nutricional de los individuos más vulnerables, y pueden contribuir a mitigar el riesgo de que más personas caigan en trampa de la pobreza. Si han sido correctamente diseñadas, las políticas de protección social pueden facilitar la integración de las comunidades marginales en el desarrollo general. Gracias a las redes de protección laboral se consigue habilitar a los estratos más pobres, se incrementa su potencial productivo y se mejoran los activos de la comunidad —por ejemplo, mediante la gestión sostenible de los recursos naturales y la restauración del ecosistema a nivel de la comunidad y el paisaje—. La vinculación de las redes de seguridad alimentaria con los mercados agrícolas locales constituye uno de los elementos de un enfoque global relacionado con los sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles. En un mundo que se ha vuelto más riesgoso para los pobres, las redes de protección y seguridad social adquieren aún mayor importancia, y deben ser consideradas factores críticos del logro de la seguridad alimentaria universal y clave del desarrollo sostenible.

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