viernes, 29 de junio de 2012

Cumbre Río+20: protección de ríos y contaminación por armas de fuego

Un grupo internacional de científicos lanzó una llamada a favor de la protección de los océanos dirigida a los máximos mandatarios del planeta, que se reunirán en Rio para hablar de desarrollo sostenible del 20 al 22 de junio, en la cumbre Rio+20.
Las armas de fuego, nocivas para el medio ambiente - AP "Nuestro análisis muestra que casi todos los compromisos adoptados por los gobiernos para proteger los océanos no se han cumplido", explicó el profesor Jonathan Baillie, responsable de la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL), uno de los co-autores de la llamada, aparecida en la revista estadounidense
Science el 15 de junio. En la cumbre del desarrollo sostenible de 2002, los jefes de Estado y gobierno de 192 países se pusieron de acuerdo en varias cuestiones clave con el objetivo de proteger especies y hábitats marinos vulnerables así como para gestionar mejor la pesca en aguas nacionales, recuerdan los científicos.
"Diez años después no se han cumplido ninguno de los objetivos y en algunos casos la situación ha empeorado", explican.
"El agotamiento de las reservas de pescado amenazan la integridad de los ecosistemas marinos y los riesgos planteados por el cambio climático y otros factores tendrán un enorme impacto en los ecosistemas ya frágiles por el exceso de pesca, la contaminación y otras actividades humanas nefastas", alertan.
"Incluso las especies que son observadas más de cerca, como tortugas, tiburones y arrecifes de
coral, no están seguras".
Los problemas y políticas han complicado los esfuerzos de los líderes mundiales establecieron en el
pasado, por lo que los esfuerzos futuros han de ser "más matizados, específicos contextualmente para
ser realísticos y factibles", afirmaron los autores.
El equipo realizó tres recomendaciones: realizar una pesca global en consonancia con los recursos
domésticos y las aguas internacionales, redirigir subsidios dañinos y en su lugar utilizar el dinero para
financiar los intentos de detener la pesca ilegal y poner en marcha "un mínimo" enfoque de
ecosistemas para proteger a las especies vulnerables.
"Rio+20 es una oportunidad única para los gobiernos de mostrar de forma colectiva valentía y
liderazgo para revertir el empeoramiento del estado de los océanos y para emprender acciones para
proteger las grandes reservas de biodiversidad que quedan en nuestro planeta", añadió Susan
Lieberman, vicedirectora del equipo de política internacional del grupo de medioambiente del centro
Pew.
EL PROBLEMA DE LAS ARMAS DE FUGO
La Conferencia alertó sobre uno de los aspectos más violentos y a veces poco conocidos de la
contaminación en el planeta: la provocada por las armas de fuego y municiones no detonadas
abandonadas en los conflictos.
Las municiones no detonadas y el armamento abandonado matan y hieren a las personas en el
campo y las ciudades de decenas de países que atravesaron por conflictos, y también son violentas
con el medio ambiente: contaminan el suelo y el agua, destruyen la fauna y la flora y dificultan el uso
sostenible de los recursos naturales, denunció el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
La contaminación es uno de los gravísimos problemas que afectan al planeta y que acapara la
atención de los gobiernos reunidos desde el miércoles en la conferencia de la ONU sobre el
desarrollo sostenible del planeta.
La contaminación por explosivos y municiones "no sólo es una amenaza permanente a la seguridad
de poblaciones enteras, también impide el acceso a las tierras cultivables, al agua y a los alimentos",
advirtió Gabriel Valladares, asesor jurídico de la Cruz Roja para Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y
Uruguay.
La Cruz Roja denunció que este es un problema que afecta al 40% de los países donde está presente
con sus acciones.
En muchos países las armas, explosivos caseros o industriales, minas y municiones quedan
abandonadas en el terreno durante décadas tras los conflictos.
En Libia, por ejemplo, el Comité Internacional de la Cruz Roja destruyó o neutralizó más de 6.500
artefactos desde 2011, un problema que todavía hoy impide a muchos retornar a sus casas y atrasa la
reconstrucción del país.
En 2011, el CICR realizó actividades preventivas contra las minas en más de veinte países, de
Azerbayán y Bosnia a Camboya, Costa de Marfil, Eritrea, Irak y Nepal. En Suramérica el problema
más acuciante ocurre en Colombia, en conflicto desde hace décadas.
La cita Rio+20 intenta consensuar un pacto sobre desarrollo sostenible del planeta que deberá ser
aprobado por los gobernantes del mundo en la cumbre que culminará el evento la próxima semana,
del 20 al 22 de junio.
Veinte años atrás, en la Conferencia de la Tierra de 1992, en la misma ciudad, los países asumieron
el compromiso de proteger el medio ambiente incluso en conflictos armados.
"La guerra es, por definición, enemiga del desarrollo sostenible. En consecuencia, los Estados
deberán respetar las disposiciones del derecho internacional que protegen al medio ambiente en
épocas de conflicto armado", expresa uno de los principios de la Agenda 21 aprobada en esa
histórica cumbre.

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