martes, 19 de febrero de 2013

DOHA, COP18 UN NUEVO FRACASO DE LOS BURÓCRATAS COBRA SUELDO - IV

Hoy, a pesar de que los datos sobre el avance del cambio climático son más alarmantes que en 2009, paradójicamente las metas son menos exigentes y el Protocolo de Kyoto, que nunca ha sido un instrumento apropiado, cumplirá su última vergüenza en Doha (COP 18), que consistirá previsiblemente en: 
1.Mantener la Plataforma de Durban (2011), posponiendo con ello el inicio de un nuevo acuerdo a partir del 2020, pero demorando su reglamentación 4 o 5 años. 
2.Mantener el carácter voluntario y no vinculante — con respecto a metas de reducción — de los países altamente emisores de carbono, lo cual en la práctica significa que las principales economías (Estados Unidos, China, Rusia, Japón y Corea del Sur), que juntas aportan cerca del 70 por ciento de las emisiones globales, seguirán como si nada grave estuviera ocurriendo. 
3.Debilitar o acabar el grupo de trabajo de cooperación a largo plazo que debería definir acciones hacia 2020 para todos los países, en los temas de financiamiento, transferencia de tecnología, adaptación, mitigación y reducción de emisiones por la deforestación y la degradación de los bosques en países en desarrollo (REDD). Al culminar el primer período de cumplimiento del Protocolo de Kyoto, en esta cumbre de Doha (2012), la humanidad habrá constatado que resulta cada vez más incierta la solución de la crisis climática al confiar semejante misión a los mecanismos de la diplomacia internacional y al sistema de las Naciones Unidas.Una respuesta generacional 
Entonces nos veremos obligados a buscar otros caminos, a explorar un nuevo tipo de soluciones colectivas, y muy posiblemente lleguemos a la conclusión de que esta colosal tarea no corresponderá a quienes hoy están al mando de los gobiernos del mundo, sino a quienes encarnan la sociedad civil. Ya se ha empezado a hablar de la Generación del cambio climático como un concepto movilizador de la acción adaptativa de una sociedad humana más inteligente y en transición. Pero tampoco a los adultos de hoy, sino a los jóvenes, quienes podrán mejorar las formas de articulación y acción de esa sociedad civil del futuro. Ellos son los llamados a exigir a los gobiernos un cambio drástico en defensa de la vida, puesto que es lavida en su conjunto y no el planeta Tierra, la que está amenazada por el cambio climático. Esta nueva sociedad civil podrá demandar, ojala antes del 2020, una nueva gobernanza global, que complemente el Sistema de las Naciones Unidas con una forma de Gobierno Global del Clima, capaz de propiciar y poner en práctica acuerdos entre países, escalables y viables, que nos permitan mejorar la adaptación y la transición energética global hacia una sociedad verdaderamente sostenible. La idea de un relevo generacional activo, el empeño de equipar a los jóvenes con las herramientas necesarias para que puedan emprender el desafío colosal, ha venido robusteciéndose. Ya se ha empezado a hablar de la Generación del cambio climático como un concepto movilizador de la acción adaptativa de una sociedad humana más inteligente y en transición. Ojala se consolide la noción de que la respuesta global frente al cambio climático no puede ser una respuesta política, económica, o ambiental exclusivamente, sino que debe ser una respuesta generacional ante todo, capaz de aglutinar sistémicamente lo social, lo económico, lo ambiental y por supuesto lo político. * Director General de KLIMAFORUM LATINOAMERICA NETWORK KLN y profesor titular de la Universidad del Rosario.

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