miércoles, 23 de enero de 2013

Responsabilidad histórica y futura - II

Como se puede observar, los países del cuadro 2 son ricos (desarrollados), con muchos habitantes (en desarrollo) o ambos. Sin embargo, aunque las emisiones totales de estos grupos pueden ser comparables, las condiciones en las que se generan suelen no serlo: mientras que en una nación en desarrollo éstas son de supervivencia, al cubrir las necesidades básicas de una gran población, una desarrollada con mucho menos habitantes puede generar una cantidad mayor al elaborar bienes y servicios para mantener altos niveles de confort. Para ilustrar esto, basta comparar las emanaciones de CO2 e ingreso per cápita de un chino (0.5 toneladas de carbono al año por habitante –tonC/año/hab– y 3 105 dólares de ingreso per cápita) o un hindú (0.2 tonC/año/ hab y 2 077 dólares) con las de un estadounidense (5.6 tonC/año/ hab y 29 605 dólares).29 Otro factor de desequilibrio es la disponibilidad de combustibles, tecnologías eficientes y conocimientos, pues producir el mismo bien o servicio puede significar volúmenes de emisión muy diferentes al variar estos aspectos. Con base en los pronósticos de crecimiento económico regional y la demanda de energía, se espera que las emisiones de carbono de las dos primeras décadas de este siglo aumenten a una tasa promedio anual de 2.1%, más del doble de la que se registró de 1990 a 1997. Del incremento de las emisiones globales de carbono, se prevé que 70.0% se deba a países en desarrollo: tan sólo las proyectadas para China podrían constituir 33.0 por ciento. Por su parte, las del mundo industrializado representarían 23.0% y los países de Europa del este y de la antigua Unión Soviética contribuirían con el restante 7.0 por ciento.30 

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