jueves, 24 de enero de 2013

Conclusión

El cambio climático puede implicar una seria amenaza para el ser humano y para los ecosistemas. Combatirlo y remediar sus efectos podría representar costos muy altos desde el punto de vista económico, e invaluables desde el punto de vista de salud, pérdida de especies, culturas, territorios, etcétera. La solución debe conformarse con base en un esfuerzo global, pero considerando las capacidades y responsabilidad histórica de cada país. Idealmente, las naciones desarrolladas deberían asumir el liderazgo en la mitigación de emisiones y apoyar a las menos desarrolladas –que son más vulnerables para proteger a sus generaciones futuras y cuidarse de los efectos del cambio climático–, si no obligados por un compromiso legal, movidos, al menos, por consideraciones éticas.

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