lunes, 3 de diciembre de 2012

Cambio Climático Bolivia - II

La importancia de estar preparados A pesar de los daños económicos de varios miles de millones de dólares, el número de muertos no llegó ni siquiera a las 100 personas. Podemos constatar que el nivel de preparación en las regiones más afectadas de Nueva Jersey y Nueva York, para salvar la vida de sus ciudadanos, ha sido extremadamente alto. Desde la previsión del paso del huracán hasta la evacuación a tiempo, el cierre de túneles y puentes, el sistema de alerta temprana y de asistencia al desastre ha funcionado casi a perfección. ¿Nos imaginaríamos la reacción de las instituciones de nuestro país Bolivia frente a semejante adversidad climática? Parece, sin embargo, que también en este país del primer mundo, la mayoría de los muertos y damnificados, como aquellas personas que perdieron sus viviendas en un fuego causado por el huracán en el barrio costero de “Breezy Point”, provienen de estratos pobres. Es un punto que ya se ha podido observar con mucha claridad cuando el huracán Katrina destruyó buena parte de Nueva Orleans en 2005, los desastres no afectan por igual. No olvidemos los muertos y daños causados por Sandy en su paso previo por el Caribe. 
El calentamiento global está siempre presente La pregunta que se escucha una y otra vez es: sí el cambio climático ha causado el huracán Sandy. En realidad es una pregunta falsa. Hay un consenso entre climatólogos que debido a las condiciones especiales existentes, Sandy hubiera existido sin cambio climático, pero no hubiera tenido la misma fuerza. Debido al calentamiento global causado por las emisiones de gases de efecto invernadero hoy en día la atmósfera contiene en promedio 5% más de humedad. Por eso, todo fenómeno meteorológico que se da en la actualidad es influenciado por el calentamiento global. De ahí la justa denominación de “Frankenstorm” que ha recibido el huracán Sandy por parte de medios de comunicación alternativos de Estados Unidos, Frankenstorm significa “tormenta de Frankenstein” en alusión a su componente antropogénico. Ya no hay “catástrofes naturales” 100% naturales. El aire caliente tiene una mayor capacidad de absorber humedad, lo que aumenta el nivel energético de la atmósfera de manera general, con la consecuencia de que los vientos y tormentas ahora pueden ser más fuertes y las precipitaciones durante eventos extremos más intensos. Es exactamente lo que ha pasado con Sandy. El cambio climático ha exacerbado un fenómeno de por si natural. El agua del Atlántico estaba ya previamente varios grados por encima de su temperatura normal; huracanes nacen encima de los océanos con temperatura por encima de los 26,5° C. Luego, cuanto más caliente es el océano, más energía llevan las tormentas en su camino. Debido al aumento del nivel del mar causado por el calentamiento global el nivel del agua en la costa oriental de EE.UU. ha aumentado ya más que el promedio global; casi 40 cm en Nueva Jersey y 27 centímetros en la ciudad de Nueva York. Aunque es difícil dimensionar exactamente este impacto del calentamiento global, el científico Kevin E. Trenberth habla de un 5-10%.

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