Autoridades de defensa consideraron que la experiencia de seguridad obtenida por
Brasil en la cumbre de Rio+20, que congregó a cerca de 100 gobernantes, sirvió como un ensayo
para los grandes eventos de los próximos años en el país, como el Mundial de 2014 y los Juegos
Olímpicos de 2016.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable, conocida como Rio+20,
requirió el mayor despliegue de seguridad realizado por Brasil, con 24.833 militares y civiles, 1.698
vehículos, 33 navíos y barcos, 27 helicópteros, ocho aviones y un vehículo aéreo no tripulado.
"Con Rio+20 ganamos experiencia para los próximos grandes eventos", comentó el general José
Carlos de Nardi, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, citado por un comunicado
del Ministerio de Defensa. "La amplia integración entre las instituciones involucradas hizo que aquello
que planeamos se diera sin ningún incidente", añadió.
La conferencia en Rio de Janeiro reunió delegaciones de 193 países con un total de 50.000
participantes, incluyendo activistas, empresarios, indígenas y representantes de gobiernos y
organizaciones internacionales, en la más grande reunión de la ONU en toda su historia.
El encuentro marcó el punto de partida para una serie de grandes eventos en Brasil los próximos
años, incluyendo la Jornada Mundial de la Juventud del próximo año, que contempla la presencia de
tres millones de católicos en Rio de Janeiro para acompañar la visita del papa Benedicto XVI.
Ese mismo año se realizará la Copa de las Confederaciones de fútbol, en 2014 se celebrará el
Mundial de fútbol y dos años más tarde los Juegos de Rio.
De Nardi destacó que cada evento presenta requisitos diferentes de seguridad, pero consideró que
hay elementos en común que deben ser incorporados por las instituciones de defensa.
"En la Copa de las Confederaciones y el Mundial de 2014 tendremos mayor atención a la seguridad
pública en los estadios y las cercanías de los locales de los partidos, además de que el plan estará
repartido en función de que tendremos 12 ciudades sede para el Mundial y siete para las
Confederaciones", comentó De Neri.
El ministro de Defensa, Celso Amorim, consideró que el plan de seguridad aplicado en la cumbre de
la semana pasada.
"Percibí que las personas se sintieron seguras y, al mismo tiempo, sin sentirse excesivamente
restringidas. Creo que es así que debe ser", opinó Amorim.
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