lunes, 26 de noviembre de 2012

El Atlas del Clima y la Salud impulsa una nueva forma de colaboración entre los profesionales de la salud pública y la meteorología Part 2

 Los numerosos mapas, tablas y gráficos reunidos en el Atlas muestran con especial claridad la relación existente entre la salud y el clima: En algunos lugares la incidencia de enfermedades infecciosas como la malaria, el dengue, la meningitis y el cólera puede multiplicarse por más de 100 entre una estación y otra, y variar de forma considerable de un año para otro, en función del tiempo y el clima. En los países endémicos, unos servicios climáticos más robustos pueden ayudar a predecir la aparición, la intensidad y la duración de las epidemias. Diversos estudios de casos muestran cómo la colaboración entre los servicios meteorológicos, de emergencias y de salud está ya salvando vidas. 
Por ejemplo, el número de muertos por ciclones de similar intensidad en Bangladesh se redujo de alrededor de 500 000 en 1970, pasando por 140 000 en 1991, a 3000 en 2007, gracias sobre todo a las mejoras introducidas en los sistemas de alerta temprana y preparación. Olas de calor que normalmente se registran solo una vez cada 20 años podrían sucederse como promedio cada 2 a 5 años a mediados del presente siglo. 
Al mismo tiempo, el número de personas mayores que viven en ciudades (uno de los grupos más vulnerables a los golpes de calor) se casi cuadruplicará a nivel mundial, pasando de 380 millones en 2010 a 1400 millones en 2050. La cooperación entre los servicios climáticos y de salud puede activar medidas orientadas a proteger mejor a la población durante los fenómenos meteorológicos extremos. 
La adopción de nuevas fuentes de energía doméstica más limpias tendrá el doble efecto de mitigar el cambio climático y salvar la vida de aproximadamente 680 000 niños cada año gracias a la menor contaminación del aire. El Atlas muestra también que los servicios meteorológicos y de salud pueden colaborar para vigilar la contaminación del aire y sus efectos en la salud. Por añadidura, este instrumento excepcional muestra que la relación entre la salud y el clima depende de otras vulnerabilidades, como por ejemplo las creadas por la pobreza, el deterioro del medio y una infraestructura deficiente, especialmente en materia de agua y saneamiento. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario