Al año 2025, el daño económico en
los países de la Comunidad Andina
significaría una pérdida aproximada
de 30.000 millones de dólares anuales(5)
equivalentes al 4.5% del PIB, pudiendo
comprometer el potencial de desarrollo
de todos los países de la región.
Si bien se trata de una cifra preliminar es extremadamente
importante en magnitud, pues
es similar al gasto que se asigna a salud en la
subregión. Un 4,5% de pérdida del PIB equivale
a lo que se destina en promedio como gasto
de salud pública (4,4% del PIB) de acuerdo a
cifras del 2004 y alrededor del 80% de lo que se
destina a educación (5,5% del PIB) de acuerdo
a cifras del 2002-2005 (6). Los países de la CAN
presentan aún brechas importantes que cubrir
en materia de pobreza, inequidad, salud y educación.
Impactos económicos como los calculados
pueden ampliar e incrementar la ya elevada
vulnerabilidad de sus poblaciones.
El estimado del daño económico es conservador
dado que involucra principalmente daños
proyectados en las industrias sensibles a variaciones
climáticas: agricultura, pesca, agroindustria,
agua, electricidad, infraestructura.
Las metodologías aplicadas por países desarrollados
no incorporan otros costos que para
la subregión son extremadamente importantes.
Estos han sido incorporados conservadoramente,
pero bajo la premisa que no se tiene
información suficiente. Sobre ellos se requiere
prioritariamente un estudio posterior - pérdidas
en biodiversidad, cultura, paisajes, impactos
en desorden e intranquilidad social.
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