De hecho, aunque la ciencia del cambio climático ha mejorado inmensamente y los
pronunciamientos de los científicos han cobrado cada vez mayor autoridad –por no decir que son
desesperados– ¡ésta fue la primera serie de debates en la que no se mencionó el cambio climático
en una generación!
Desde los tiempos anteriores a las elecciones de 1988, cuando hasta el
candidato republicano a la vicepresidencia Dan Quayle pensaba que se trataba de un problema
que había que enfrentar, no había sucedido que el cambio climático no lo abordaran los
candidatos durante ninguno de los debates.
No sólo carecían los candidatos claramente de interés por arrostrar la cuestión, tampoco lo tenía
la moderadora del segundo debate, Candy Crowley, de la CNN. Pese a una petición firmada por no
menos de 160 mil personas que pedían que los moderadores del debate incluyeran al menos una
pregunta sobre el cambio climático, Crowley excusó su deliberada omisión sobre esta base:
“Cambio climático, tenía la pregunta….Vosotros, la gente del cambio climático, ya sabéis,
nosotros sabíamos que la economía sigue siendo lo principal”. Salvo que los candidatos
consiguieron encontrar tiempo para debatir la cuestión del control de armas, que apenas si guarda
relación directa con la economía.
A decir verdad, toda la razón por la que los candidatos no quieren discutir el cambio climático se
debe precisamente a la economía, concretamente a la economía norteamericana, que depende,
como ninguna otra en el mundo, de la energía de los combustibles fósiles.
Hablando después en una entrevista para la cadena MTV acerca de la absoluta ausencia de
discusión del cambio climático en los debates, Obama expresó su “sorpresa” de que no hubiera
aparecido… ¡como si el presidente de los Estados unidos no tuviera la capacidad de plantear
cuestiones en un debate presidencial!
Esto coloca efectivamente a Obama a la derecha del grupo Jóvenes Evangélicos en Acción sobre
el Clima [Young Evangelicals for Climate Action]. Miembros del grupo compartieron su coche en
ruta al segunda debate en Long Island con el fin de rezar en el aparcamiento para que se
mencionara el cambio climático y adoptara medidas políticas gubernamentales como gravar
fiscalmente las emisiones de carbono y ayudar a los pobres a enfrentarse a los efectos del cambio
climático.
No hay comentarios:
Publicar un comentario