3.5. El agujero de ozono y el calentamiento global
están directamente relacionados (mito)
El agujero de ozono y el calentamiento global no
est´an directamente relacionados. Estos dos problemas
ambientales son esencialmente dos problemas
diferentes. Mientras el calentamiento se debe principalmente
al acumulamiento de gases de efecto invernadero
en la atm´osfera, principalmente di´oxido
de carbono y metano, el denominado agujero de
ozono est´a m´as bien relacionado a la destrucci´on
del ozono estratosf´erico (aproximadamente el 90%
del ozono presente en la atm´osfera se encuentra en
la estratosfera [11]). Esta destrucci´on se produce
bajo condiciones especiales en las zonas polares del
planeta. En particular, la Ant´artica es la regi´on donde
cada primavera se produce una destrucci´on masiva
de ozono estratosf´erico. Las condiciones especiales
a las que se hace alusi´on son la existencia del
v´ortice polar, que es una barrera de vientos alrededor
del polo sur que se forma en el invierno austral
que pr´acticamente imposibilita el intercambio
de masas de aire [12]. Este v´ortice se forma en invierno.
Adem´as, las extremadamente bajas temperaturas,
del orden de -80◦C (m´as bajas que las medidas
en el polo norte), ayudan a la formaci´on de
las denominadas nubes polares estratosf´ericas que
contribuyen a remover compuestos de nitr´ogeno de
la atm´osfera por deposici´on y sedimentaci´on. Esta
“desnitrificaci´on” contribuye de manera importante
a la posterior existencia de mol´eculas de cloro
libres las cuales a su vez son las que destruyen las
mol´eculas de ozono [13]. Como puede inferirse de
esta corta explicaci´on, el proceso de destrucci´on de
la capa de ozono es complejo y requiere de condiciones
muy especiales. Por esa raz´on el famoso
“agujero de ozono”, al menos con la intensidad y
extensi´on que se oye en los medios, solamente se
produce en la Ant´artica. En el hemisferio Norte, en
las zonas polares, se han observado eventos de corta
duraci´on donde la p´erdida de ozono, si bien notable,
nunca ha alcanzado los niveles observados en
el hemisferio sur [14]. De acuerdo con esto, los datos
tanto de tierra como de sat´elite, muestran que
en latitudes como las de Bolivia, el ozono pr´acticamente
no ha sufrido cambio, y si existi´o una disminuci
´on de la capa de ozono ´esta no pas´o del orden
del 1% por d´ecada [15]. Existe evidencia sin embargo,
que muestra una tendencia negativa en las
llamadas medias latitudes (regi´on comprendida entre
25◦ y 60◦ tanto en el hemisferio norte como en
el sur). En estas regiones, durante la d´ecada de los
80 y 90, se report´o una declinaci´on de la columna
de ozono del orden de 3-4% por d´ecada (es decir,
0.3-0.4% anuales en promedio) [16]. Si bien
existieron eventos aislados en los cuales masas de
aire pobre en ozono penetraron a regiones que se
encuentran en las medias latitudes, estos eventos
nunca fueron de larga duraci´on y menos compara bles al “agujero de ozono” de la Ant´artica.
En todo caso, lo que deber´ıa quedar muy claro
es que los actores principales del problema del adelgazamiento
de la capa de ozono juegan un papel
directo m´ınimo en el “otro” problema, el del calentamiento
global. A pesar de esto, inclusive pel´ıculas
“holliwoodenses” caen en la confusi´on de relacionar
el agujero de ozono con el calentamiento
global. Algunas publicaciones en peri´odicos locales,
basados en entrevistas a autoridades locales,
tambi´en dicen que “el incremento de la radiaci´on
ultravioleta (como producto de la reducci´on de la
capa de ozono) contribuye al efecto invernadero” . Esto es claramente un error. Primero porque
la radiaci´on ultravioleta solamente contribuye con
un 5% a toda la radiaci´on que recibimos del sol a
nivel de la superficie . Si quit´asemos toda la
atm´osfera, esa cantidad se incrementar´ıa a aproximadamente
8%. Obviamente es altamente improbable
que esto suceda en los siguientes miles de
a˜nos (al menos por causas naturales), por tanto el
incremento en la cantidad de radiaci´on solar relacionada
al calentamiento de la superficie debida a
la reducci´on de la capa de ozono, especialmente en
la zona tropical y de medias latitudes, es pr´acticamente
despreciable.
Sin embargo, es importante mencionar algunos
hechos que pueden contribuir a la confusi´on mencionada.
Primero, el ozono troposf´erico, especialmente
aquel que se halla cerca de la superficie, es
un gas de efecto invernadero que absorbe la radiaci
´on infrarroja re-emitida por la tierra en la banda
de los 9.6 μm. Su contribuci´on al calentamiento
global es relativamente importante [1] aunque
comparativamente menor que la del metano y del
di´oxido de carbono. Segundo, el ozono superficial
es un gas contaminante da˜nino para la salud humana.
Dado que este gas juega un rol muy importante
en la qu´ımica atmosf´erica a este nivel, se hace
mucho ´enfasis en su estudio y control a nivel urbano.
Finalmente, debido a que la temperatura en
la estratosfera y los patrones de circulaci´on a ese
nivel tambi´en pueden verse afectados por el calentamiento
global, el problema de la capa de ozono
puede estar relacionado de manera indirecta con
el primero [19], por ejemplo porque las reacciones
qu´ımicas que conducen a la destrucci´on del ozono
estratosf´erico dependen de la temperatura la cual
a su vez se podr´ıa ver influenciada por el cambio
clim´atico. Esta relaci´on entre ambos problemas es,
sin embargo, de segundo o tercer orden, de importancia.
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