153. También reconocemos que el trabajo no estructurado sin remunerar, realizado
principalmente por las mujeres, contribuye sustancialmente al bienestar humano y al
desarrollo sostenible. En este sentido, nos comprometemos a trabajar para lograr
condiciones de trabajo seguras y decentes y acceso a la protección social y la
educación.
154. Reconocemos que pueden generarse oportunidades de trabajo decente para
todos y la creación de empleo, entre otras cosas, mediante inversiones del sector
público y el privado en innovaciones científicas y tecnológicas, obras públicas para
restaurar, regenerar y conservar los recursos naturales y ecosistemas, y servicios
sociales y comunitarios. Nos alientan las iniciativas gubernamentales para crear
empleo para los pobres en la restauración y gestión de los recursos naturales y los
ecosistemas, y alentamos al sector privado a que contribuya a lograr un trabajo
decente para todos y a crear empleo para hombres y mujeres, en particular para los
jóvenes, entre otras cosas mediante asociaciones con la pequeña y mediana empresa
y las cooperativas. En este sentido, reconocemos la importancia de las medidas para
promover el intercambio de información y conocimientos sobre el trabajo decente
para todos y la creación de empleo, incluidas las iniciativas sobre trabajos
ecológicos y los conocimientos conexos, y facilitar la integración de los datos
pertinentes en las políticas nacionales económicas y de empleo.
155. Alentamos a que se compartan experiencias y mejores prácticas sobre la
manera de resolver el alto nivel de desempleo y subempleo, en particular entre los
jóvenes.
156. Destacamos la necesidad de dar protección social a todos los miembros de la
sociedad, fomentar el crecimiento, la resiliencia, la justicia social y la cohesión,
inclusive para los que no están empleados en la economía oficial. En este sentido,
alentamos firmemente a que se emprendan iniciativas nacionales y locales dirigidas
a proporcionar un nivel mínimo de protección social para todos los ciudadanos.
Apoyamos el diálogo mundial sobre las mejores prácticas para los programas de
protección social que tengan en cuenta las tres dimensiones del desarrollo
sostenible, y en este sentido, tomamos conocimiento de la recomendación 202 de la
OIT relativa a los pisos nacionales de protección social.
157. Exhortamos a los Estados a que promuevan y protejan de manera efectiva los
derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes, sea cual
sea su estatus migratorio, en especial los de las mujeres y los niños, y se ocupen de
la migración internacional mediante la cooperación y el diálogo a nivel
internacional, regional o bilateral y un enfoque integral y equilibrado, reconociendo
las funciones y responsabilidades de los países de origen, tránsito y destino en la
promoción y protección de los derechos humanos de todos los migrantes, evitando
aplicar enfoques que puedan aumentar su vulnerabilidad.
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