158. Reconocemos que los océanos, los mares y las zonas costeras constituyen un
componente integrado y esencial del ecosistema terrestre y son fundamentales para
mantenerlo, y que el derecho internacional, reflejado en la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, proporciona el marco jurídico para la
conservación y uso sostenible de los océanos y sus recursos. Destacamos la
importancia de la conservación y uso sostenible de los océanos y mares y sus
recursos para el desarrollo sostenible, en particular mediante su contribución a la
erradicación de la pobreza, el desarrollo económico sostenido, la seguridad
alimentaria, la creación de medios de vida sostenibles y trabajo decente, y al mismo
tiempo, la protección de la biodiversidad y el medio marino y las medidas para
hacer frente a los efectos del cambio climático. En consecuencia, nos
comprometemos a proteger y restaurar la salud, productividad y resiliencia de los
océanos y ecosistemas marinos y mantener su biodiversidad, promover su
conservación y uso sostenible para las generaciones presentes y futuras y aplicar
efectivamente un enfoque ecosistémico y el enfoque de precaución en la gestión, de
conformidad con el derecho internacional, de las actividades que tengan efectos en
el medio marino para lograr las tres dimensiones del desarrollo sostenible.
159. Reconocemos la importancia de la Convención de las Naciones Unidas sobre
el Derecho del Mar para hacer avanzar el desarrollo sostenible y su adopción casi
universal por los Estados, y en este sentido, instamos a todas las partes a que
apliquen plenamente las obligaciones que les incumben en virtud de la Convención.
160. Reconocemos la importancia de aumentar la capacidad de los países en
desarrollo para poder beneficiarse de la conservación y uso sostenible de los
océanos y los mares y sus recursos, y al respecto, ponemos de relieve la necesidad
de cooperar en las investigaciones científicas marinas a fin de aplicar las
disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y
los resultados de las principales cumbres sobre el desarrollo sostenible, así como
para la transferencia de tecnología, teniendo en cuenta los criterios y directrices de
la Comisión Oceanográfica Intergubernamental sobre la transferencia de tecnología
marina.
161. Apoyamos el proceso ordinario de presentación de informes y evaluación del
estado del medio marino a escala mundial, incluidos los aspectos socioeconómicos,
establecido en el marco de la Asamblea General, y esperamos con interés que
complete su primera evaluación integrada del estado del medio marino a nivel
mundial para 2014 y su posterior examen por la Asamblea. Alentamos a que los
Estados examinen las conclusiones de la evaluación a los niveles apropiados.
162. Reconocemos la importancia de la conservación y el uso sostenible de la
biodiversidad marina fuera de las zonas de jurisdicción nacional. Observamos la
labor que está realizando en el marco de la Asamblea General un grupo de trabajo
especial oficioso de composición abierta encargado de estudiar cuestiones relativas
a la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina fuera de las zonas
de jurisdicción nacional. Basándose en la labor del grupo de trabajo especial, y antes
de que finalice el sexagésimo noveno período de sesiones de la Asamblea General,
nos comprometemos a abordar urgentemente el tema de la conservación y uso
sostenible de la biodiversidad marina en las zonas fuera de la jurisdicción nacional,
en particular, a tomar una decisión sobre el desarrollo de un instrumento
internacional en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar.
163. Observamos con preocupación que la salud de la biodiversidad de los océanos
y los mares está afectada negativamente por la contaminación marina, incluidos los
detritos marinos, en especial los plásticos, los contaminantes orgánicos persistentes,
los metales pesados y los compuestos nitrogenados, procedentes de varias fuentes
marinas y terrestres, entre ellas las actividades navieras y las escorrentías. Nos
comprometemos a tomar medidas para reducir la incidencia y los efectos de esa
contaminación en los ecosistemas marinos, entre otras cosas mediante la aplicación
efectiva de los convenios pertinentes adoptados en el marco de la Organización
Marítima Internacional (OMI) y el seguimiento de las iniciativas pertinentes, como
el Programa de Acción Mundial para la protección del medio marino frente a las
actividades realizadas en tierra, así como a adoptar estrategias coordinadas a tal fin.
Nos comprometemos además a tomar medidas, para 2025, basadas en los datos
científicos reunidos, para lograr una reducción significativa de los detritos marinos a
fin de prevenir los daños para el medio costero y marino.
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