26. Se insta encarecidamente a los Estados a que se abstengan de promulgar y
aplicar medidas económicas, financieras o comerciales unilaterales que no se
ajusten al derecho internacional o a la Carta de las Naciones Unidas y que impidan
la realización plena del desarrollo económico y social, especialmente en los países
en desarrollo.
27. Reiteramos nuestro compromiso, expresado en el Plan de Aplicación de las
Decisiones de Johannesburgo, el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005 y el
documento final de la Reunión Plenaria de Alto Nivel de la Asamblea General sobre
los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de adoptar nuevas medidas y acciones
eficaces, de conformidad con el derecho internacional, a fin de eliminar los
obstáculos a la plena realización del derecho a la libre determinación de los pueblos
que viven bajo ocupación colonial o extranjera, los que siguen afectando
negativamente su desarrollo económico y social así como en su medio ambiente y
son incompatibles con la dignidad y el valor de la persona humana, por lo que deben
combatirse y eliminarse.
28. Reafirmamos que, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, no se
entenderá que esto autoriza o alienta a que se emprenda alguna acción que
menoscabe la integridad territorial o la independencia política de los Estados.
29. Resolvemos adoptar nuevas medidas y acciones eficaces, de conformidad con
el derecho internacional, para eliminar los obstáculos y las trabas, fortalecer el
apoyo y atender a las necesidades especiales de las poblaciones que viven en zonas
afectadas por situaciones de emergencia humanitaria complejas y en zonas afectadas
por el terrorismo.
30. Reconocemos que muchas personas, especialmente los pobres, dependen
directamente de los ecosistemas para su subsistencia, su bienestar económico, social
y físico, y su patrimonio cultural. Por esa razón, es esencial generar empleos e
ingresos decentes que reduzcan las disparidades entre los niveles de vida para
atender mejor a las necesidades de la población y promover medios y prácticas de
subsistencia sostenibles y el uso sostenible de los recursos naturales y los
ecosistemas.
31. Recalcamos que el desarrollo sostenible debe ser un proceso inclusivo y
centrado en las personas, que beneficie y dé participación a todos, incluidos los
jóvenes y los niños. Reconocemos que la igualdad entre los géneros y el
empoderamiento de las mujeres son importantes para el desarrollo sostenible y
nuestro futuro común. Reafirmamos nuestros compromisos de asegurar a la mujer
igualdad de derechos, acceso y oportunidades de participación y liderazgo en la
economía, la sociedad y la adopción de decisiones políticas.
32. Reconocemos que cada país se enfrenta a dificultades particulares para lograr
el desarrollo sostenible y subrayamos las dificultades especiales con que tropiezan
los países más vulnerables y en particular los países de África, los países menos
adelantados, los países en desarrollo sin litoral y los pequeños Estados insulares en
desarrollo, así como las dificultades específicas a que se enfrentan los países de
ingresos medianos. Los países en situación de conflicto también necesitan atención
especial.
33. Reafirmamos nuestro compromiso de adoptar medidas urgentes y concretas
para hacer frente a la vulnerabilidad de los pequeños Estados insulares en
desarrollo, entre otras cosas mediante la aplicación continua del Programa de Acción de Barbados y la Estrategia de Mauricio, y subrayamos la urgencia de
encontrar en forma concertada nuevas soluciones a las graves dificultades que
afrontan los pequeños Estados insulares en desarrollo, con el fin de ayudarlos a
mantener el impulso obtenido con la aplicación del Programa de Acción de
Barbados y la Estrategia de Mauricio y a lograr el desarrollo sostenible.
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