216. Encomiamos la mayor coordinación y cooperación entre los convenios sobre
productos químicos y desechos, a saber el Convenio de Basilea, el Convenio de
Rotterdam y el Convenio de Estocolmo, y alentamos a que continúe la mayor
coordinación y la cooperación entre ellos y con el Enfoque estratégico para la
gestión de los productos químicos a nivel internacional. Observamos el importante
papel de los centros regionales y de coordinación del Convenio de Basilea y los del
Convenio de Estocolmo.
217. Encomiamos las asociaciones nuevas e innovadoras existentes entre el sector
público y privado en los ámbitos de la industria, los gobiernos, las instituciones
académicas y otros interesados no gubernamentales dirigidas a aumentar la
capacidad y la tecnología para la gestión ambientalmente racional de los productos
químicos y los desechos, incluida la prevención de los desechos, y pedimos que
continúen.
218. Reconocemos la importancia de adoptar un enfoque basado en el período de
actividad y de seguir elaborando y aplicando políticas para lograr una gestión de los
desechos con un uso eficiente de los recursos y ambientalmente racional. En
consecuencia, nos comprometemos a seguir reduciendo, reutilizando y reciclando
(las tres R) los desechos y a aumentar la recuperación de energía procedente de
desechos con miras a gestionar la mayor parte de los desechos mundiales de manera
ambientalmente racional, y cuando sea posible, utilizarlos como recurso. Los
desechos sólidos, como los desechos electrónicos y los plásticos, representan
problemas particulares que se deben abordar. Pedimos que se elaboren y apliquen
políticas, estrategias, leyes y reglamentos nacionales y locales amplios sobre la
gestión de los desechos.
219. Instamos a los países y otras partes interesadas a que tomen todas las medidas
posibles para prevenir la gestión irracional de los desechos peligrosos y su vertido
ilícito, en particular en los países con una capacidad limitada para hacer frente a
esos desechos, de manera acorde con las obligaciones de los países en virtud de los
instrumentos internacionales pertinentes. En este contexto, acogemos con
beneplácito las decisiones pertinentes adoptadas en la décima reunión de la
Conferencia de las Partes en el Convenio de Basilea.
220. Reconocemos la importancia de hacer una evaluación basada en datos
científicos sobre los riesgos que representan los productos químicos para el ser
humano y el medio ambiente y de reducir la exposición humana y ambiental a los
productos químicos peligrosos. Alentamos a que se desarrollen alternativas
ambientalmente racionales y más seguras para los productos químicos peligrosos en
los productos y procesos. A tal fin, alentamos, entre otras cosas, a que se hagan
evaluaciones sobre el período de actividad, se difunda información pública, se
amplíe la responsabilidad de los productores, se fomente la investigación y el
desarrollo, el diseño sostenible y el intercambio de conocimientos, según proceda.
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