134. Reconocemos que las ciudades que hayan sido bien planeadas y desarrolladas,
incluso aplicando enfoques integrados de la planificación y la gestión, pueden
fomentar sociedades sostenibles desde los puntos de vista económico, social y
ambiental. A este respecto, reconocemos la necesidad de aplicar un enfoque
holístico del desarrollo urbano y los asentamientos humanos que prevea viviendas e
infraestructuras asequibles y priorice la mejora de los barrios marginales y la
renovación urbana. Nos comprometemos a trabajar para mejorar la calidad de los
asentamientos humanos, incluidas las condiciones de vida y trabajo de los habitantes
de las zonas tanto urbanas como rurales en el contexto de la erradicación de la
pobreza, de manera que todas las personas tengan acceso a servicios básicos y a la
vivienda, así como la posibilidad de desplazarse. Reconocemos también la
necesidad de conservar, según corresponda, el patrimonio natural y cultural de los
asentamientos humanos, revitalizar los distritos históricos y rehabilitar los centros
de las ciudades.
135. Nos comprometemos a promover un enfoque integrado de la planificación y
construcción de ciudades y asentamientos urbanos sostenibles, incluso apoyando a
las autoridades locales, concienciando a la población y aumentando la participación
de los residentes de las zonas urbanas, incluidos los pobres, en la adopción de
decisiones. Nos comprometemos también a promover políticas de desarrollo
sostenible que apoyen la prestación de servicios sociales y de vivienda inclusivos;
condiciones de vida seguras y saludables para todos, especialmente los niños, los
jóvenes, las mujeres y los ancianos y las personas con discapacidad; transporte y
energía asequibles y sostenibles; el fomento, la protección y el restablecimiento de
espacios urbanos verdes y seguros; agua potable y saneamiento; una buena calidad
del aire; la generación de empleos decentes; y la mejora de la planificación urbana y
de los barrios marginales. Apoyamos además la gestión sostenible de los desechos
mediante la aplicación del principio de las “3 erres” (reducción, reutilización y
reciclado). Subrayamos que en la planificación urbana es importante que se tengan
en cuenta la reducción de los riesgos de desastre, la resiliencia y los riesgos
derivados del cambio climático. Reconocemos los esfuerzos que despliegan las
ciudades para lograr un equilibrio en materia de desarrollo con las regiones rurales.
136. Ponemos de relieve la importancia de aumentar el número de regiones
metropolitanas, ciudades y poblados que aplican políticas de planificación y diseño
urbanos sostenibles para responder con eficacia al crecimiento previsto de la
población urbana en los próximos decenios. Observamos que el proceso de
planificación urbana sostenible se enriquece con la participación de múltiples
interesados y la utilización plena de información y datos desglosados por sexo, en
particular sobre tendencias demográficas, distribución de ingresos y asentamientos
improvisados. Reconocemos que a los gobiernos municipales les corresponde
desempeñar una importante función al conformar una visión de las ciudades
sostenibles, desde el inicio del proceso de planificación de las ciudades hasta la
revitalización de ciudades y barrios más antiguos, incluso mediante la adopción de
programas de eficiencia energética en la administración de edificios y el desarrollo
de sistemas de transporte sostenibles adaptados a las condiciones locales.
Reconocemos además que es importante aplicar la planificación con uso mixto del
suelo y alentar la movilidad con medios de transporte no motorizados, lo que
incluye el fomento de infraestructuras para transeúntes y ciclistas.
137. Reconocemos que las asociaciones entre ciudades y comunidades tienen una
función importante en la promoción del desarrollo sostenible. En este sentido,
destacamos la necesidad de fortalecer los mecanismos o las plataformas de
cooperación, los acuerdos de asociación y otros instrumentos de aplicación existentes para llevar adelante la ejecución coordinada del Programa de Hábitat de
las Naciones Unidas, con la participación activa de todas las entidades competentes
de las Naciones Unidas y con el objetivo general de alcanzar el desarrollo urbano
sostenible. Reconocemos además que sigue siendo necesario que se hagan
contribuciones financieras suficientes y previsibles a la Fundación de las Naciones
Unidas para el Hábitat y los Asentamientos Humanos a fin de asegurar la aplicación
oportuna, eficaz y concreta en todo el mundo del Programa de Hábitat.
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