119. Reconocemos que el agua es un elemento básico del desarrollo sostenible pues
está estrechamente vinculada a diversos desafíos mundiales fundamentales.
Reiteramos, por tanto, que es importante integrar los recursos hídricos en el
desarrollo sostenible y subrayamos la importancia decisiva del agua y el
saneamiento para las tres dimensiones del desarrollo sostenible.
120. Reafirmamos los compromisos contraídos en el Plan de Aplicación de las
Decisiones de Johannesburgo y en la Declaración del Milenio de reducir a la mitad,
para el año 2015, el porcentaje de personas que carezcan de acceso al agua potable y
al saneamiento básico y de elaborar planes de gestión integrada y aprovechamiento
eficiente de los recursos hídricos, asegurando el uso sostenible de esos recursos.
Nos comprometemos a hacer efectivo progresivamente el acceso al agua potable y a
servicios básicos de saneamiento para todos, por ser necesario para lograr la
erradicación de la pobreza y el empoderamiento de la mujer y para proteger la salud
de los seres humanos y mejorar significativamente la aplicación en todos los niveles
que corresponda de la ordenación integrada de los recursos hídricos. En este sentido,
reiteramos nuestro compromiso de apoyar esos esfuerzos, especialmente en favor de
los países en desarrollo, mediante la movilización de recursos de todas las fuentes,
el fomento de la capacidad y la transferencia de tecnología.
121. Reafirmamos nuestros compromisos relativos al derecho humano al agua
potable y el saneamiento, que ha de hacerse efectivo gradualmente en beneficio de
nuestra población, respetando plenamente nuestra soberanía nacional. Resaltamos
también nuestro compromiso con el Decenio Internacional para la Acción “El agua,
fuente de vida”, 2005-2015.
122. Reconocemos que los ecosistemas desempeñan una función esencial en el
mantenimiento de la cantidad y la calidad del agua y apoyamos las iniciativas de
protección y ordenación sostenible de esos ecosistemas emprendidas dentro de las
fronteras nacionales de cada país.
123. Subrayamos la necesidad de adoptar medidas para hacer frente a las
inundaciones, las sequías y la escasez de agua, tratando de mantener el equilibrio
entre el suministro y la demanda de agua, inclusión hecha, cuando proceda, de los
recursos hídricos no convencionales, y la necesidad de movilizar recursos
financieros e inversiones en infraestructura para los servicios de abastecimiento de
agua y saneamiento, de conformidad con las prioridades nacionales.
124. Destacamos que es necesario adoptar medidas para reducir considerablemente
la contaminación de las aguas y aumentar la calidad del agua, mejorar notablemente
el tratamiento de las aguas residuales y el aprovechamiento eficiente de los recursos
hídricos y reducir las pérdidas de agua. Destacamos la necesidad de asistencia y
cooperación internacionales para lograr esos propósitos.
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