Un nuevo informe del ACNUR basado en decenas de testimonios de refugiados en en el este de
África constata que el cambio climático puede poner en situación de vulnerabilidad a un número
creciente de personas y puede desempeñar un papel en el desplazamiento de estas personas a
zonas de conflicto y, en última instancia, a través de fronteras hacia el exilio.
El Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Refugiados, António Guterres, introdujo el informe, ”Cambio Climático,
Vulnerabilidad y Movilización Humana“ durante su participación en la cumbre Río+20 sobre el
desarrollo sostenible. Éste fue publicado por el ACNUR y la Universidad de las Naciones Unidas con
el apoyo de la London School of Economics y la Universidad de Bonn. ”Este informe confirma lo que
hemos venido escuchando de los refugiados durante años.
Ellos hicieron todo lo posible por
permanecer en sus hogares, pero cuando sus últimos cultivos fueron destruidos, sus cabezas de
ganado murieron, no tuvieron otra opción más que desplazarse; desplazamiento que a menudo los
condujeron al peligro“, dijo Guterres. El estudio, basado sobre discusiones con alrededor de 150
refugiados y desplazados internos en Etiopía y Uganda en 2011, planteó cuestionamientos dirigidos a
la comprensión sobre el impacto del cambio climático sobre el desplazamiento desde sus hogares y,
eventualmente, desde sus países. La mayoría de los entrevistados eran campesinos y agricultores de
Eritrea, Somalia y Sudán del este. ”El informe resalta la importancia de entender las experiencias
reales de las personas vulnerables a factores ambientales“, mencionó Konrad Osterwalder, rector de
la Universidad de las Naciones Unidas, quien colaboró en el diseño de métodos de investigación y los
implementó en el terreno junto con la Universidad de Bonn, la London School of Economics y el
ACNUR. La mayoría de refugiados afirmaron que huir de sus hogares fue su último recurso y su primer
desplazamiento era temporal hacia una zona cerca a sus hogares. La mayoría huyeron de sus países
luego de que las zonas a las que se trasladaron se vieron afectadas por la inseguridad o una
combinación letal entre la violencia y sequías.
El desplazamiento a través de las fronteras como
respuesta directa al cambio climático fue excepcional. Según el estudio, diversos refugiados
describen patrones ininterrumpidos de lluvias en la última década, con sequías de mayor duración e
intensidad que en años anteriores. Ninguno de ellos citó estos cambios negativos en el clima como un
catalizador directo de conflictos violentos, sin embargo, algunos comentaron sobre cómo la falta de
alimentos y cultivos posteriores a una sequía severa exacerbaron conflictos prexistentes, la
persecución y la represión. ”Estoy convencido de que el cambio climático será con mayor frecuencia
un conductor hacia el empeoramiento de las crisis de desplazamientos en el mundo. Es necesario
que el mundo se una para responder a este desafío“, expresó Guterres. Mientras la mayoría de los
desplazados internos debido a condiciones climáticas extremas permanecen dentro de fronteras
nacionales, aquellos que atraviesan fronteras internacionales no son necesariamente cubiertos por la
Convención de 1951 sobre refugiados. La iniciátiva Nansen, prevista para ser lanzada formalmente
en octubre de 2012 por Noruega y Suiza, con el apoyo del ACNUR y el Consejo Noruego para los
Refugiados, tiene como objetivo hacer frente a este vacío legal y de protección para los desplazados
internos a través de las fronteras debido al cambio ambiental y a fenómenos meteorológicos
extremos.
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