Introducción: relevancia y visión
Tradicionalmente, las sociedades han evolucionado en parte por la gestión de los
impactos del clima en los medios de subsistencia, recursos naturales y entornos
construidos, así como tomando las oportunidades brindadas por el clima y los
recursos naturales en general. El clima es un factor central para las condiciones que
pueden generar prosperidad. Éste también puede crear condiciones desfavorables,
tales como escasez de agua y desastres naturales que pueden tener impactos negativos
y multiplicativos sobre las grandes cuestiones sociales como la salud, la
pobreza, la seguridad alimentaria y la infraestructura. Sumándole a esto los costos
directos en la pérdida de vidas, escasez y medios de subsistencia, estos eventos
también causan una serie de impactos indirectos, incluida la reducción de la inversión
del sector privado y la productividad asociada a la incertidumbre económica y
ambiental.
Los nuevos avances en la ciencia y la tecnología han proporcionado una mayor fiabilidad
respecto a la información y servicios climáticos y una perspicacia más aguda sobre
la gestión de los riesgos climáticos y las oportunidades. Por ejemplo, los pronósticos
estacionales, las observaciones satelitales y las proyecciones climáticas a largo plazo
pueden ayudar a guiar las decisiones de inversión socioeconómica, aumentar la productividad
y reducir los riesgos y la vulnerabilidad a los desastres. Sin embargo, a pesar de la
atención global que se le ha dado al clima, mucha de esa información no es utilizada en
todo su potencial. Esta desarticulación entre los generadores de información climática
y los usuarios de la información puede ser atribuida a una variedad de factores: los usuarios
potenciales a menudo encuentran la información climática difícil de entender; la
información no ha sido por lo general adaptada o evaluada con base en sus necesidades;
y los vínculos entre investigadores, generadores de información y tomadores de decisiones
son a menudo débiles o inexistentes, lo que dificulta el desarrollo de nuevos
conocimientos y mecanismos de apoyo a la toma de decisiones. Sin embargo, los servicios
climáticos –nuevas prácticas, información climática a la medida e infraestructura
adaptada– podrían acelerar y fortalecer el proceso con el fin de satisfacer la creciente
demanda de información climática útil y utilizable.
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