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Redacción Sociedad 14:35 Domingo 09/12/2012
Tras el pobre resultado obtenido en Doha, las negociaciones impulsadas por la ONU sobre el
cambio climático se focalizan en el encuentro previsto en 2015, con el fin de intentar evitar la
preocupante perspectiva de un recalentamiento del planeta de 3º a 5º C.
No obstante, la gran dificultad para llegar este fin de semana a un acuerdo muy limitado en
Doha, finalmente impuesto por Catar, demuestra que las futuras negociaciones habrán de ser
difíciles. “Si nos basamos en lo que hemos visto en estas negociaciones, no hay ningún motivo
para ser optimista” , dijo el director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo.
Paralelamente, “según los esquemas actuales, vamos rumbo a un probable aumento de 3º
centígrados o más, hacia temperaturas muy superiores a las que ha tenido el Homo Sapiens”,
declaró por su parte el economista británico Nick Stern, autor de un informe de referencia
sobre el cambio climático.
El objetivo de la ONU es que el aumento de la temperatura no supere los 2º C, con respecto a
los niveles anteriores a la industrialización. Stern considera “crucial que todos los países
desarrollados y en vías de desarrollo concentren de ahora en más todos sus esfuerzos
para llegar a un acuerdo internacional fuerte y eficaz” en 2015.
Para él, en Doha, una vez más, hubo un gran desajuste entre la escala y la urgencia de la acción
requerida para controlar los altos riesgos de cambio climático y la voluntad política y la
ambición que se ha manifestado.
“Se va a necesitar mucho trabajo y muchos compromisos”, estimó por su parte Alden Meyer,
de la Unión de Científicos Preocupados.
Estados Unidos se opone a un acuerdo global que imponga objetivos y defiende un sistema
flexible que permita a cada país determinar en qué medida puede contribuir para limitar el
cambio climático.
Catar, organizador de la conferencia de la ONU sobre el clima, anunció el sábado un acuerdo
sobre la lucha contra el cambio climático, en particular sobre el acto II del Protocolo de Kioto,
pero Rusia denunció lo que consideró un procedimiento forzado.
Después de que las negociaciones se prolongaran más allá de lo previsto y con un día de
retraso con respecto al calendario, el viceprimer ministro catarí Abdalá al Attiya, presidente de
la conferencia, subió a la tribuna y adoptó, en ráfagas, la serie de textos en discusión desde el
26 de noviembre.
El acto II del Protocolo de Kioto compromete a la Unión Europea, a Australia y a una decena de
países industrializados a reducir sus emisiones de gas con efecto de invernadero (GEI) antes
de 2020.
Este capítulo, cuyo alcance será esencialmente simbólico ya que los países comprometidos
sólo representan el 15% de las emisiones de GES en el mundo, es la pieza clave del acuerdo
negociado por más de 190 países en la capital de Catar.
La próxima gran cita es la de 2015 en París para lograr un acuerdo “ universal ” sobre las
reducciones de GEI que implique a todos los países, incluidos a los dos grandes contaminantes
del planeta, China y Estados Unidos, con medidas que deberían entrar en vigor en 2020.
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