jueves, 22 de agosto de 2013

Optimización de la operación y construcción de infraestructura: el papel de la infraestructura natura

Las cuencas hidrológicas pueden servir como sistemas efectivos de captación y evacuación de agua, nutrientes y sedimentos, sustento de la vida en el planeta. Su adecuado funcionamiento depende de su estado físico que representa grandes ventajas operativas para la girh, tales como: captación y abastecimiento de agua, asimilación de contaminantes, mitigación de los efectos de eventos extremos, suministro de agua y alimento a comunidades más vulnerables, y para mantenimiento y aumento de la cobertura vegetal, medida de gran importancia no solo para la adaptación, sino también en la estrategia de mitigación del cambio climático. Esta contribución del medio natural a la operación de los sistemas de agua se denomina “infraestructura natural” e incrementa la resiliencia ante eventos extremos. Las obras estructurales deben complementar, en mayor o menor medida, esta infraestructura natural pero no reemplazarla. El manejo adecuado del territorio resulta indispensable para mantener cuencas sanas que provean sus servicios como infraestructura natural. 
La integración del manejo del agua y el territorio es un reto importante de la adaptación del manejo del agua al cambio climático que debe garantizar la protección de ecosistemas terrestres y acuáticos y detener el cambio de usos del suelo y la deforestación (Landa, 2008; Magaña et al., 2011). La girh presenta un gran potencial como medida para gestionar el cambio de usos del suelo. En muchos casos, la sobrexplotación de acuíferos está directamente asociada con este cambio: la apertura de tierras agrícolas está relacionada de una manera u otra con permisos de extracción; en otros casos, los asentamientos urbanos irregulares encuentran cabida si el suministro de agua se encuentra asegurado. La planeación conjunta del manejo del agua y del territorio es indispensable y complementaria, y facilita la regulación, lo que representa menor vulnerabilidad y aumenta la resiliencia [capítulo 3].
En este ámbito, los programas de pago por servicios ambientales que incentivan la conservación de los bosques en zonas de captación son una de las acciones ampliamente desarrolladas y aceptadas de los últimos años, y que además representan un beneficio para comunidades marginadas. La conservación de las cuencas proporciona beneficios para la gestión del recurso como la captación y recarga de cuerpos de agua, control de sedimentos y regulación del ciclo hidrológico, de especial relevancia para el control de lluvias extremas. Las iniciativas de pago por servicios ambientales hidrológicos amplían la concepción de los servicios de agua potable a la cuenca e internalizan sus costos, como un elemento más de la cadena de valor que va de la captación hasta la descarga. Los programas de este tipo están ampliamente desarrollados en muchos países. Costa Rica fue pionero en su implementación y un modelo a seguir. En México, desde hace siete años se desarrolla un programa federal que ha canalizado 400 millones de dólares estadounidenses, provenientes de la recaudación por concepto de derechos por uso del agua, al pago por la conservación de 2.7 millones de hectáreas de bosques y selvas y que benefician a 5,400 ejidos y comunidades del país. Durante este periodo, se ha logrado reducir a la mitad la tasa anual de deforestación. En Brasil, además de iniciativas regionales y locales, la ana ejecuta un programa nacional con un presupuesto de alrededor de 20 millones de dólares estadounidenses (brl 34 millones) para el periodo 2012-2014.

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