domingo, 23 de septiembre de 2012

Los recursos hídricos de Morombí deben protegerse de la depredación

La reserva Morombí contiene una riqueza hídrica que condiciona los ecosistemas únicos del país, en los cuales se desarrollan la fauna y flora características del Bosque Atlántico altoparanaense.
Esta riqueza corre peligro y requiere de un cuidado similar a lo brindado a la reserva del Mbaracayú. Existe una propuesta de administrar a través de entidades ambientalistas. Las 2.000 hectáreas que están en disputa entre el Gobierno nacional y la firma Campos Morombí SACyA corren peligro de quedar en manos de supuestos “sintierras”, lo que derivaría en una gran depredación de los remanentes de bosques, así como de la extinción de las especies de fauna silvestre y flora del área. El sitio es prácticamente único en el país donde convergen tres grandes cuencas hídricas, que sostienen uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad del país, similar a la reserva del Mbaracayú, que está muy cerca e interconectada por hilos de corredores biológicos. El Dr. Víctor Vera, biólogo y experto en estas áreas del Bosque Atlántico del Alto Paraná (Baapa), quien trabajó en la conservación del Bosque Mbaracayú, sostiene que la superficie de humedales en las cabeceras de las tres cuencas, Curuguaty’y, Acaraymi y Piratiy, son importantes para la conservación del ecosistema. La reserva Morombí tiene en total 272 km de extensión de cursos naturales de aguas superficiales. Toda esa agua es necesaria para proteger las 25.198 hectáreas de bosque Baapa. Son más de 8.000 hectáreas de humedales, en las cuencas altas de los ríos Acaray y Curuguaty’y. Todos ellos son ecosistemas críticamente importantes para la conservación, conforme explicó el biólogo.
Protección de cuencas hídricas El Dr. Vera, quien es científico y docente investigador de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), explicó que la conservación de bosques y humedales en las áreas silvestres protegidas mantiene gran número de nacientes, arroyos y ríos que brindan a muchos paraguayos el agua necesaria para su vida cotidiana, así como para la agricultura de subsistencia, consumo o para lavar o cocinar. “La vegetación natural en las áreas protegidas ayuda a mantener la calidad del agua y en algunas circunstancias también a aumentar su cantidad disponible, por medio de filtración, renovación de agua subterránea, en el acuífero Guaraní y el mantenimiento de caudales naturales”, explicó. La reserva natural Morombí protege al menos 40% de las nacientes del río Acaray y al menos un 15% de las nacientes del río Curuguaty’y. De allí la importancia del resguardo de lo poco que queda de los bosques, ahora amenazados, ya que brinda protección al suelo y a los cursos hídricos, ayudando a regular el clima. “Aunque todavía estamos aprendiendo acerca de cómo está cambiando el clima en el planeta y qué respuestas debemos tomar para evitar el rápido cambio, está claro que las áreas protegidas juegan un papel importante, tanto en el secuestro de carbono como en la mitigación de los impactos de cambio climático local”, dijo el científico. De la importancia 
Las áreas protegidas evitan la degradación de los suelos, retienen agua y mantienen microclimas, regulando sequías e inundaciones. “Es importante el beneficio a las comunidades vecinas la existencia de una reserva natural, y a la región en general, para tener un ambiente de buena calidad, con aire puro y agua limpia”, dijo el Dr. Vera.
El Bosque Atlántico Alto Paraná tiene a la reserva natural privada Morombí como uno de sus sitios aún en pie. En ella están representados todos los ecosistemas que conforman dicho Baapa como “núcleos de conservación”. Se estima que protege 20 especies de plantas, 1 especie de reptil, 83 de aves y 17 mamíferos considerados con algún grado de amenaza de extinción. Beneficios ambientales La reserva Morombí representa beneficios ambientales al país: conserva la biodiversidad genética, de especies y de ecosistemas; protege cuencas hídricas; resguarda bosques, lo que a su vez brinda protección al suelo y producción de oxígeno; ayuda a regular el clima; mitiga desastres naturales; provee educación, investigación científica y monitoreo ambiental; propicia el desarrollo rural sostenible; genera fuentes de trabajo y provee oportunidades para la recreación y el turismo. Un rasgo fundamental del Morombí es la presencia de grandes porciones de campos serrados. El serrado es el segundo gran bioma después de Amazonia, que se encuentra distribuido en Brasil y parte de Bolivia y Paraguay, y está considerado como de importancia global para la conservación. En este tipo de ecosistema aparecen especies muy particulares tanto de flora como de fauna. Destrabar el conflicto Con el propósito de destrabar el conflicto sobre de quién es el terreno de 2.000 hectáreas (el Gobierno dice que es del estado y la firma Campos Morombí SACyA sostiene que los documentos le avalan como suyo), surgió una propuesta de que ambos sectores renuncien a dicha disputa en favor de otorgar el inmueble para que sea administrado por un grupo de entidades ambientalistas. Directivos de la firma Campos Morombí están de acuerdo con esta propuesta, y prometen renunciar a su reclamo en favor del Estado, transfiriendo bajo la figura de donación. Sin embargo, desde el Gobierno no aceptan que sea como donación sino como expropiación. Mientras, sigue firme la propuesta de Humberto Rubin, presidente de “A todo pulmón, Paraguay respira”. Es la de administrar la reserva conjuntamente con las organizaciones ambientalistas Guyra Paraguay, Fundación “Moisés Bertoni”, WWF/Paraguay (World Wildlife Fund-Fondo Mundial para la Naturaleza) y la Red Paraguaya de Conservación de Tierras Privadas. La idea es conformar una organización que nuclee a todas las citadas e integrada también por representantes del Gobierno paraguayo, el Municipio de Curuguaty y la Gobernación de Canindeyú, sin descartar a la Comisión Nacional de Defensa de los Recursos Naturales (Conaderna) del Parlamento, así como instituciones y vecinos del área. Una experiencia similar ya se tiene con la reserva del Mbaracayú, que también es del Estado, pero administrada por la entidad privada Fundación Moisés Bertoni. La solución está a la vista para proteger este recurso natural de Morombí, rico en biodiversidad. Solo falta la decisión política para superar el problema. Área para la investigación El área de la reserva Morombí reúne tantas riquezas naturales que es el sitio ideal para las investigaciones científicas y de monitoreo ambiental, principalmente para universitarios y egresados. La diversidad biológica y los procesos naturales, así como los recursos renovables de la citada reserva ya son estudiados constantemente por científicos, quienes tienen el propósito de conocer los procesos ecológicos tendientes a mejorar la calidad de vida. Se han realizado numerosos estudios científicos que resaltan la importancia de esta zona para proteger los procesos naturales de extrema importancia para todo el Bosque Atlántico del Alto Paraná, los humedales y sus especies

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