La gestión del agua en la mayoría de los países de nuestro continente se realiza generalmente
de forma sectorial, lo que provoca que los diversos usuarios del agua en la
agricultura, uso doméstico, industria, energía y otros, realicen acciones de forma independiente.
Eso genera incoherencias y un desarrollo fragmentado, lo que sin duda
impacta en la capacidad que tienen los países y las instituciones para hacer frente al
cambio climático.
La atención al cambio climático requiere de un enfoque multisectorial e interdisciplinario,
pues sus impactos van más allá de un solo sector. El establecimiento de espacios
de coordinación multisectorial provee una oportunidad para la participación de todos
los sectores y actores interesados en una cuenca o en un problema específico. Se busca
que estas plataformas de coordinación cuenten con mecanismos efectivos de toma de
decisiones capaces de trabajar a través de diferentes límites institucionales y con una
amplia variedad de actores.
Así mismo, estas plataformas facilitan la colaboración y el intercambio de información.
Sin duda, esto es un factor elemental para identificar acciones pertinentes en la adaptación
al cambio climático, ya que mucha de la información hidrometeorológica no es
manejada por un solo sector. Además, al momento de decidir sobre una acción a tomar,
es necesario considerar los impactos que esta decisión tendrá en otros campos y otros
usuarios del recurso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario