lunes, 1 de octubre de 2012

FAO recomienda a Chile incorporar bionergía en matriz energética

El consumo de combustibles fósiles en Chile aumentó 71,9 por ciento de 1991 a 2010, pero existen opciones atractivas para que el país incorpore de manera sustentable la bioenergía, afirmó la oficina Latinoamericana de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “Si bien el desarrollo del sector bioenergético en Chile es un gran reto (ya que posee una baja disponibilidad de materias primas agrícolas y de áreas cultivables para bioenergía), existe una serie de nuevas posibilidades para el país de incorporar nuevas áreas a esta industria”, señaló el funcionario de Bioenergía de la FAO, Felipe Duhart. 
Entre ellas se incluyen las materias primas alternativas como la “jatropha” (planta), jojoba, “atriplex” (planta), microalgas y materiales lignocelulósicos, indicó el representante de la oficina regional de la FAO en Chile. De igual forma existe la posibilidad de producir biogás a partir de materiales orgánicos como el estiércol, además de producir abono natural, con lo cual se da solución a un problema ambiental, lo cual es posible con tecnologías de bajo costo y amigables con la agricultura familiar, agregó Duhart. Según la FAO, “entre los años 1991 y 2010 el consumo de combustibles fósiles en Chile (petróleo crudo y gas natural) aumentó un 71,9 por ciento. 
En 2010 Chile importó el 79,2 por ciento del petróleo crudo, el 67,7 por ciento del gas natural y 88,5 por ciento del carbón que se consumió en el país”. La FAO agregó que el petróleo crudo representó 37,4 por ciento, el gas natural 19,6 por ciento y el carbón 17,9 por ciento de toda la energía consumida en el país en este mismo año. De esta forma, 74,9 por ciento de la matriz energética de Chile proviene de fuentes no renovables de energía. De las fuentes renovables, sólo el 0,1 por ciento proviene de la energía eólica, 7,4 por ciento de la hidráulica y 17,6 por ciento de la leña. 
El tema central del encuentro fue el desafío en la expansión de la bioenergía en Chile, como la domesticación y expansión de los cultivos energéticos, las plantaciones energéticas y su sustentabilidad, la biomasa de algas para bioenergía y la incorporación de suelos fiscales a la ampliación de la frontera agrícola. Al respecto, la FAO indicó que se debe incentivar la implantación de políticas que permitan reducir los riesgos en la seguridad alimentaria y del medio ambiente en el manejo de cultivos energéticos. 
Duhart dijo finalmente que “el potencial del sector bioenergético para la reducción de la pobreza y el hambre depende del diseño y la correcta aplicación de políticas en áreas como el manejo territorial, tecnologías de procesamiento de materias primas y el marco regulatorio para su desarrollo”. Fuente | http://spanish.people.com.cn Los países de América Central pueden reducir su dependencia del petróleo y protegerse de los precios elevados del mismo a través de una combinación de energía renovable, programas de eficiencia energética e integración energética regional, según un nuevo informe del Banco Mundial. De acuerdo a “Mitigación de la vulnerabilidad a los precios altos y volátiles del petróleo: Experiencia del sector eléctrico en América Latina y el Caribe”, la región en… Leer Más La Guardia Costera de Estados Unidos permitió a BP recurrir en exceso a químicos tóxicos para dispersar el crudo vertido al golfo de México, pese a una directriz federal que restringía al máximo su uso, según un nuevo informe del Congreso divulgado por medios estadounidenses. El uso por parte de la petrolera de sustancias químicas tóxicas para separar y diseminar el crudo en la superficie de las aguas no… 

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