El Lago Balbina, un reservorio artificial creado para
suministrar energía hidroeléctrica a la ciudad de
Manaos en Brasil. Apenas acabada de construir, la
represa Balbina en Brasil anegó unos 2.400
kilómetros cuadrados de bosque tropical. Phillip
Fearnside, autor de un nuevo editorial en Nature
Climate Change, calculó que en los primeros tres
años de su existencia, el Reservorio de Balbina había
emitido 23.750.000 toneladas de dióxido de carbono
y 140.000 toneladas de metano (Foto cortesía de
MODIS Rapid Response Team, NASA/GSFC)
Las represas del trópico emiten muchísimo más gas de
efecto invernadero que sus contrapartes en zonas
templadas; aun así, se las trata como si fuesen una
solución al cambio climático, advierte un informe
publicado en Nature Climate Change.
El problema, arguyen Philip Fearnside y Salvador
Pueyo, resulta de los cálculos erróneos de las
compañías de energía. Los autores señalan
específicamente a ELETROBRÁS, un gigante
energético brasilero que está inmerso en una fiebre de
construcción de presas en la Amazonía.
"Varios errores matemáticos llevaron a las autoridades
del rubro de electricidad en Brasil a estimar la
magnitud de las emisiones de las superficies del
reservorio en sólo una cuarta parte de su magnitud
real," escriben Fearnside y Pueyo, quienes anotan que
las cifras estimadas de ELETROBRÁS deberían ser
345 por ciento más altas.
“Ya no se puede sostener el mito de que las represas
en el trópico producen energía limpia,” dijo Fearnside.
Las represas en los trópicos tienen dos fuentes
principales de emisiones de gas de efecto
invernadero: liberan carbono de las reservas de
carbono en el suelo y de las plantas que mueren
cuando se inunda el reservorio, y metano del que se
forma cuando la materia orgánica se descompone en
el ambiente de poco oxígeno al fondo del reservorio.
Las turbinas de la represa ayudan a liberar el metano
que usualmente extrae del fondo del reservorio.
"La función del reservorio en transformar carbono
renovable [a partir de las algas y el plancton] en metano
lo convierte en una fábrica de metano que
continuamente toma el carbono de la atmósfera y lo
devuelve como metano, lo cual afecta mucho más el
calentamiento global."
Indonesia
Nueva Guinea
Sulawesi
Fearnside y Pueyo resaltan la urgencia del tema
cuando anotan que Brasil tiene planes de construir
otras 30 presas en la Amazonía legal hasta 2020,
incluyendo la controversial represa de Belo Monte que
inundará decenas de miles de hectáreas y desplazará
a más de 20.000 personas, entre ellas comunidades
indígenas.
Entretanto, ELETROBRÁS apunta a
construir más de una docena de represas en Perú y en
otros países amazónicos.
Las nuevas represas no se limitan a la Amazonía. Los
países de la región de Mekong están levantando
docenas de represas y Sarawak en el Borneo malasio
tiene la intención de construir una serie de represas en
bosques tropicales, sobre tierras que usan
comunidades forestales tradicionales.
Se puede aminorar el efecto climático de una presa en
los trópicos reduciendo al mínimo el tamaño de su
reservorio y capturando las emisiones de metano pero
esto no aborda el conflicto social que surge cuando se
obliga a la gente asentada en las cuencas colectoras
de las represas a irse.
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