En un planeta más caliente, la
alimentación tendrá que
cambiar. La banana, la mandioca
y el fríjol chino podrían ganar
terreno al maíz, el arroz y el
trigo, en la alimentación de los
habitantes de los países en
desarrollo.
El Consultative Group
on International Agricultural
Research, una alianza de
organizaciones dedicadas a la
investigación sobre seguridad
alimentaria, ha elaborado un
informe en el que advierte a las
autoridades mundiales sobre
desarrollo agrícola que muchas culturas tendrán que cambiar su menú debido al cambio climático.
La patata es uno de los cultivos más vulnerables al aumento de la temperatura. Su debilidad es la
fortaleza de la banana, que podría crecer en inviernos más cálidos en las zonas en las que ahora
son cultivadas las patatas. Ello implicaría, probablemente, un cambio forzado en las costumbres
alimenticias de muchas regiones en las que la patata es un alimento básico. En los Andes
americanos, de donde la planta es nativa, hay decenas de variedades y forma parte de la tradición
de pequeños cultivos.
La banana y el plátano, cuyo volumen de producción actual es muy alto, puede adaptarse mejor al
aumento de la temperatura media del planeta. Citado por la BBC, uno de los autores de este
informe, Philip Thornton, señala que pueden ser buenos sustitutos de la patata en ciertos lugares,
pero también tienen limitaciones.
El informe también evalúa las interacciones entre los impactos del cambio climático en la
producción de alimentos. Por ejemplo, mientras que el aumento de temperaturas en algunos
lugares puede mejorar la productividad de los bananos, las condiciones también pueden
llegar a ser más favorable para ciertas plagas y enfermedades. Así, hacer frente a estas
amenazas exigirá, además, un mejor manejo de los cultivos. Y la modificación genética no parece
ser una solución en los próximos 10 años, según el informe.
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