El documento está organizado en cinco capítulos. El primero discute la necesidad de
aumentar la cantidad y calidad, así como la accesibilidad de la información que apoye
los procesos de planeación y toma de decisiones, y que la infraestructura pueda modificarse
según las condiciones. El segundo capítulo proporciona ejemplos prácticos de
cómo las relaciones benéficas entre la gestión del agua y los servicios ecosistémicos
pueden ser fortalecidas. El capítulo tres reflexiona sobre una gestión efectiva de los recursos
hídricos, con un enfoque en la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (girh), y la
necesidad tanto de medidas “duras” (infraestructura) como “blandas” (institucionales y
sociales).
El cuarto capítulo detalla los retos relacionados con la adaptación al cambio
climático en materia de agua en los asentamientos urbanos. El capítulo final resalta la
importancia de la movilización social y la comunicación, las cuestiones de equidad y
la necesidad mejorar las condiciones de los pobres para la reducción de la vulnerabilidad
de toda la sociedad ante cuestiones como el cambio climático.
Algunos elementos críticos en la gestión del agua para adaptarse a los retos del cambio
climático proporcionarán el hilo conductor entre los capítulos del documento. Primero,
es ampliamente reconocido que una buena gobernanza y los arreglos institucionales
son fundamentales en la gestión de un recurso que atañe a una amplia gama de sectores.
La habilidad para asegurar el uso eficiente y equitativo de un recurso limitado requiere
de instituciones fuertes que permitan a los usuarios alcanzar decisiones que sean progresistas
y flexibles, den cabida a los retos emergentes y sean inclusivas en su implementación.
Una buena gobernanza y los arreglos institucionales
son fundamentales en la gestión de un recurso que atañe
a una amplia gama de sectores.
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