Para este propósito, se deberán celebrar reuniones, sesiones informativas y otros intercambios
entre los investigadores climáticos y los usuarios de los servicios climáticos.
Algunas actividades específicas en este contexto son:
– Foros científicos con una participación equilibrada de políticos, tomadores de decisiones
y generadores de información climática.
– Formación y desarrollo de capacidades que incrementen el entendimiento de los servicios
climáticos (por ejemplo, las proyecciones de las sequías o las tormentas extremas,
patrones relacionados con el clima) y de otros factores de incertidumbre asociados, y el
entendimiento de cómo estos servicios pueden ser utilizados (por ejemplo, el cambio
en el manejo de los cultivos o sus variedades) y no utilizados (por ejemplo, como
predicciones “certeras”).
– Formación y desarrollo de capacidades que incrementen el entendimiento de los
contextos de decisión en los cuales la información climática puede ser valiosa, especialmente
en plazos específicos, requerimientos de ingeniería y ubicaciones.
– Asociación con las agencias de desarrollo y las ong para entender los contextos regionales
y locales en los que los servicios climáticos pueden jugar un papel importante.
– Comunicación bidireccional con una amplia gama de tomadores de decisiones
técnicas de alcance local y regional, y organizaciones relevantes para las políticas,
basadas en noticias sobre la información climática (resultados y modelos de investigación,
intercambio de respuestas estratégicas exitosas, etcétera).
– Un foro de retroalimentación que utilice talleres y reuniones presenciales para obtener
las perspectivas de los usuarios sobre la utilidad de los servicios y productos climáticos,
tanto actuales como previstos. Se aprovecharán las experiencias en curso, como los
talleres del drp, para identificar mecanismos efectivos de diálogo multilateral.